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Conflicto Previo: Segunda Guerra
Conflictos concurrentes: ninguno.
Conclictos siguientes: Guerra Alianza-Horda

Tercera Guerra

Worldtree furion
Lugar: Continente de Lordaeron, Northrend, Quel'thalas, Kalimdor, Monte Hyjal
Consecuencias: Destrucción de Lordaeron, Dalaran, Silvermoon, el Pozo Solar, y el Árbol del Mundo; erradicación casi total de la estructura de comando de la Legión Ardiente.
Combatientes









La Legión Ardiente

Comandantes

La Tercera Guerra fue un conflicto entre las razas mortales de Azeroth contra la Legión Ardiente. A diferencia de las guerras previas, la Tercera Guerra tuvo lugar en los Reinos del Este y Kalimdor. Sus actividades son crónicas en Warcraft III: Reign of Chaos.

Preludio[]

Después de su derrota en la Segunda Guerra, el Jefe de Guerra de la Antigua Horda, Ner'zhul fue capturado por Kil'jaeden cuando intentaba huir por los portales que había abierto. Su cuerpo fue torturado pero su espíritu se mantuvo vivo en todo momento, consciente de las atrocidades a las que estaba siendo sometido; finalmente aceptó servir a la Legión, una vez más. Su alma fue encerrada en un conjunto de armaduras, que fue aprisionada al Trono de Hielo, Kil'jaeden lanzó su Creación a Azeroth, donde cayó en Icecrown Glacier. Así, nació el primer personaje trascendente de la Tercera Guerra, el Rey Lich. Una vez en Azeroth, el Rey Lich tomó el control de Northrend y mandó al nigromante Kel'Thuzad liderar la Plaga de los Muertos Vivientes a Lordaeron.

Antes del comienzo de la guerra, el profeta Medivh se apareció al joven jefe de guerra orco Thrall en un sueño. Medivh le dijo que debía reunir la nueva y recién formada Horda chamanística y moverla a través del mar a Kalimdor para escapar de la sombra que estaba llegando a consumir la tierra. Confiando en las palabras del profeta, y deseando encontrar un nuevo hogar para su pueblo, Thrall escuchó su llamado. Tomó a su ejército y se abrieron camino a través de las tropas de Lordaeron. Robaron barcos de la alianza y navegó hacia el oeste, junto con Grom Hellscream, a quien había liberado del cautiverio de los humanos poco antes

El Azote de Lordaeron[]

Perturbación en el norte[]

Un rumor empezó a expandirse a través de Lordaeron diciendo que una misteriosa plaga se había apoderado de las tierras del norte, cuando la atención de Lordaeron se centraba en el alzamiento de la Horda y de sus clanes. Cuando Medivh se apareció al Rey Terenas diciendo lo mismo que dijo a Thrall: si quieres salvar a tu gente, debes viajar hasta las tierras de Kalimdor, Terenas le respondió diciendo que entre ellos mismo protegerían a su pueblo. Para hacerlo, envió a su propio hijo, Arthas Menethil y a uno de sus mejores paladines, Uther the Lightbringer a investigar la plaga. Jaina Proudmoore de los Kirin Tor fue enviada desde Dalaran a ayudar con la investigación.

El Culto de los Malditos[]

Al llegar al norte, Jaina y Arthas descubrieron que los graneros de Andorhal, habían sido infestados con la plaga que mataba a todo aquel que infectaba. Por el momento, Arthas y Jaina pasaron por Brill, donde había sido creado ahí un ejército de muertos vivientes. Después de derrotar al ejército de muertos, persiguieron y atacaron a Kel'Thuzad. El nigromante dijo a Arthas que servía a un señor del terror llamado Mal'Ganis, quien era el responsable del Azote. Enfurecido, Arthas prometió matar a Mal'Ganis y viajaron a Stratholme a enfrentarlo.

El levantamiento del Azote[]

Estando en Hearthglen, las fuerzas de Arthas y Jaina fueron atacadas por incontables fuerzas de muertos vivientes. Jaina fue a buscar a Uther mientras que Arthas retenía el ataque de los muertos vivientes para proteger el pueblo del Azote. Aquí fue donde Arthas supo la verdad de la plaga. La plaga no mataba a los infectados, sino los convertía en muertos vivientes. Antes de que su ejército fuera derrotado, Uther y sus caballeros llegaron y salvaron el pueblo. No mucho después de la batalla, Arthas se encontró con Medivh, quien advirtió al príncipe viajar al oeste, a Kalimdor. Como su padre, Arthas se negó indicando que su lugar estaba con su pueblo. Jaina creyó en las palabras del profeta pero Arthas no quiso dejar su reino. Siguieron su camino a Stratholme para hacer frente a la amenaza del Azote.

La matanza de Stratholme[]

Al llegar a Stratholme, descubrieron que el grano había sido distribuido entre los ciudadanos. Arthas, no queriendo enfrentarse con otro ejército de muertos vivientes, ordenó a Uther y sus paladines, purgar la ciudad. Uther se horrorizó con esto, diciendo que no obedecería la orden aunque Arthas fuera rey. Por su desobediencia, Arthas disolvió la Orden Sagrada de los Caballeros de la Mano de Plata y llamó a todos aquellos que todavía eran fieles a Lordaeron, seguirlo. Uther tomó a sus seguidores y se fueron, y Jaina se fue con ellos. Abandonado por su mentor y mejor amiga, Arthas continuó a purgar la ciudad de Stratholme.

Al llegar, Arthas se encontró con Mal'Ganis y los dos pelearon por las vidas del pueblo. Arthas decidió destruirlos, mas Mal'Ganis deseó corromperlos. Cuando todo quedó en ruinas, Arthas exigió un enfrentamiento con Mal'Ganis. Sin embargo, Mal'Ganis huyó prometiendo encontrarse con Arthas en Northrend.

Después de la matanza, Jaina y Uther regresaron a Stratholme a sepultar a los muertos. Jaina se encontró con el profeta Medivh, quien le dijo que Arthas posiblemente moriría si iba a Northrend. El oráculo también le dijo que avisara a todos sobre el viaje a Kalimdor, una solicitud que ella aceptó.

Nacimiento del Caballero de la Muerte[]

Arthas northrend

Arthas reclamando la espada maldita de frostmourne

Después de la llegada a Northrend, Arthas descubrió a Muradin, el hermano del rey enano Magni Bronzebeard, . Al llegar a Northrend la expedición de Muradin fue atacada por los muertos vivientes y fue cortada del resto del mundo. Había llegado a Northrend a obtener la espada rúnica Frostmourne. Cuando una orden desde Lordaeron mandaba regresar a Arthas y a sus hombres a su hogar, el príncipe usó mercenarios para destruir los barcos preparados para el regreso. Arthas culpó a los mercenarios que lo ayudaron, de destruir los barcos, y las fuerzas de Arthas los destruyeron. Al no haber camino para regresar, dijo a sus hombres que el único camino que quedaba era hacia la Frostmourne. Cuando finalmente encontró la espada, Arthas y Muradin leyeron una inscripción que indicaba que la espada estaba maldita. Arthas aceptó esta maldición y tomó la espada cuyo poder "asesinó" a Muradin en el proceso (dejándolo inutilizado con amnesia). Con Frostmourne, Arthas lideró un asalto a la base del Azote donde Mal'Ganis estaba estacionado y mató al Señor del Terror. Al matarlo, Arthas huyó solo a los desiertos de Northrend dejando a sus hombres a sus suerte.

Meses después, Arthas regresó a Lordaeron para reclamar su justa recompensa. Cuando agradeció a Terenas, tomó en mano su espada maldita, y sin un momento de consideración, asesinó a su propio padre. Arthas se llamó a sí mismo Rey de Lordaeron y dio la Tierra al Azote. Semanas después, Arthas, ahora un Caballero de la Muerte bajo las órdenes del Rey Lich fue llamado a buscar al fallecido nigromante Kel'thuzad de entre los muertos. Para hacerlo, Arthas tuvo que tomar los restos y mandarlos a un lugar especial, mató a su antiguo mentor Uther, quien cargaba una urna especial que contenía las cenizas del rey Terenas; Arthas estuvo dispuesto a colocar las cenizas del nigromante en vez de las de su padre. El único nexo mágico que contenía el poder necesario era el Pozo del Sol, dentro de Silvermoon, capital de los altos elfos. Para revivir a Kel'Thuzad, el Azote tuvo que arrasar Quel'Thalas.

La caída de Quel'Thalas[]

Azote en Quel'Thalas3

Invasión de Quel'thalas

Al llegar a los bordes de Quel'Thalas, la general-guardabosques Sylvanas Windrunner se convirtió en una espina para los planes del caballero de la muerte. A pesar de las poderosas puertas elfas, la destrucción de un puente importante y muchos guardabosques bien capacitados, el Azote se abrió paso a través de las defensas de Quel'Thalas en su camino a Silvermoon, de ahí a la Isla de Quel'Danas y el Pozo del Sol. Antes de que Sylvanas pudiera alarmar a la ciudad del ataque del Azote, su campamento fue destruido y Sylvanas fue capturada. Arthas la torturó y antes de darle la paz de la muerte, usando su poder la convirtió en la primera banshee, haciendo de ella una esclava para el Azote. Con las defensas destruidas, el Azote entró a Silvermoon y destruyó a todos los altos elfos de la ciudad. Cuando Arthas llegó al Pozo del Sol, puso los restos de Kel'Thuzad en las aguas encantadas, tornándolo en un lich y corrompiendo el Pozo del Sol. Al hacer este trabajo, Arthas y el Azote mutilaron a los altos elfos sobrevivientes de Quel'Thalas.

El Profanador[]

Con Kel'Thuazad revivido, tuvieron que hacer su trabajo para los Señores del Terror. El Azote viajó al sur a Dalaran para obtener el Libro de Medivh y usarlo para invocar a Archimonde a Azeroth. Los Kirin Tor usaron sus más poderosos hechizos, pero fallaron dejando al Azote tomar el libro de hechizos. Con este libro, Kel'thuzad invocó a Archimonde y la Legión Ardiente a Azeroth. La primera orden de Archimonde entrando en el mundo fue destruir Dalaran, y lo hizo, con su gran poder. Desde este punto y por el resto de la guerra, Archimonde el Comandante de Campo de la Legión Ardiente, lideró la invasión a Azeroth, y planeó destruir Nordrassil, el Árbol del Mundo en el Monte Hyjal.

Vuelo a Kalimdor[]

Poco tiempo después de la matanza, antes de que Arthas mate a Terenas, Jaina Proudmoore llevó a miles con ella a Kalimdor siguiendo la petición de Medivh.

Habiendo huido de los Reinos del Este, la Horda se dispersó cuando navegaba por Maelstrom. Algunos de los barcos aterrizaron en una cadena de islas cerca a Maelstrom, donde conocieron a los Trolls Darkspear. Aquí los orcos ayudaron a los trolls, y los lideraron en un escape a Kalimdor.

En Kalimdor, Grom Hellscream, jefe del prominente clan Warsong, había aterrizado con su clan. Antes de que pudieran reagruparse con Thrall, corrieron hacia los soldados de Jaina y las batallas pronto empezaron.

Con el resto de la Horda desembarcado y reagrupado en Kalimdor, Grom desobedeció las órdenes de Thrall atacando el campamento de las fuerzas de Jaina Proudmoore. Como castigo, fue enviado al norte, al enorme Bosque de Ashenvale donde tuvieron que recolectar madera para construir la capital de los orcos.

Mientras tanto, Thrall empezó su búsqueda por el resto de la Horda, y eventualmente se cruzó con los tauren, y a su líder Cairne Bloodhoof. Después de que Thrall ayude a Cairne a repeler la invasión de los centauros, Cairne dijo a Thrall que había un oráculo en las Montañas Stonetalon que podía ayudar a la Horda en su viaje.

Al llegar a las montañas, Thrall y Jaina encontraron al profeta que los llamó antes del Azote de Lordaeron, Medivh. Medivh dijo que la Alianza y la Horda debían trabajar unidas, olvidando sus viejos odios y luchar contra un nuevo enemigo más poderoso.

Mannoroth[]

Grom Hellscream y su clan empezaron a recolectar madera como habían sido ordenados. Sin embargo al hacer esto, enfurecieron a los elfos nocturnos. Después de batallar contra éstos, su semidiós Cenarius intervino personalmente a tratar con el clan Warsong.

Después de pelear una batalla perdida, Para derrotarlo, Grom y sus seguidores bebieron de una misteriosa fuente que los empoderizó, sin saber que habían sido manchados por la sangre del Señor del Foso Mannoroth. llenos de energía y convertidos en orcos viles, con éxito atacaron y destruyeron a Cenarius. Con lo orcos una vez más sirviendo a la Legión, Mannoroth se presentó a Grom y le reveló que su sangre había vuelto poderosos a los orcos. A pesar de su victoria, estuvieron una vez más bajo el control demoníaco, o sea, al control de la Legión.

Batalla contra Mannoroth

Thrall y Grom contra Mannoroth.

Para ayudar a sus nuevos aliados, Jaina creó una Gema del alma. Thrall la necesitaría para capturar al poderoso Grom dentro de ella, y llevar la gema a un círculo mágico para liberar su espíritu de la corrupción. La bases de la Alianza y la Horda estaban unidas, siendo normalmente atacadas por soldados del Clan Warsong e Infernales que caían del cielo. A pesar del mal de matar a muchos miembros del clan, Thrall capturó a Grom y lo llevó al círculo del ritual. Junto con sus chamanes, Jaina, y sus mejores sacerdotes y hechiceras, se las arreglaron para tirar de la demoníaca mancha de Grom. Thrall y Grom desafiaron a Mannoroth, aunque Thrall fue derrotado, Grom logró dar un golpe súbito, destuyendo a Mannoroth y liberando a los orcos con el costo de su propia vida

Regreso de los elfos nocturnos[]

Cuando fue evidente que la Legión Ardiente había regresado, Tyrande llevó a sus Centinelas a los árboles, huyendo de la ola de muertos vivientes que habían destruido un campamento humano y uno orco. Cuando huían fueron acorralados por señores del terror y por Archimonde. Tyrande creyó que con el retorno del Profanador, la única salida para derrotar a la Legión de Fuego, era usar las fuerzas antiguas, los durmientes druidas y su jefe, Malfurion Stormrage, su viejo amor. Después de que Malfurion despertara, la siguiente orden de trabajo despertar al resto de los druidas de la Zarpa y a los Druidas de la Garra.

En su misión de liberar a los druidas, descubrieron la prisión que albergaba al Cazador de Demonios, Illidan Stormrage. Tyrande creyó que el Traidor, podría ser un poderoso aliado contra la Legión de Fuego y dejó a Malfurion continuar con el despertar de los druidas, quienes después de estar 10 mil años en las cuevas, se habían vuelto salvajes. Sin embargo, Malfurion utilizó el Cuerno de Cenarius para liberarlos de su locura.

El Traidor[]

Tyrande continuó con el deseo de liberar a Illidan. Luchó en su camino contra los soldados de la Guardiana y liberó a Iliidan después de permanecer 10 mil años encerrado. Tyrande puso su confianza en Illidan, creyendo que su poder podía ayudarlos contra la Legión. Malfurion, sin embargo, no confiaba en su peligroso hermano. Ansioso de probarse a sí mismo, Illidan prometió que mostraría a su hermano que los demonios no tenían control sobre él y llevaría una porción del ejército de los elfos nocturnos a Felwood. Poco tiempo después, el caballero de la muerte Arthas, se encontró con Illidan y lucharon. Como los dos estaban emparejados, no había razón para que Arthas ataque a Illidan. Illidan demandó a Arthas revelar la razón de su presencia en Felwood. Arthas le habló de un potente artefacto: la calavera de Gul'dan. La calavera fue la responsable de la corrupción del amado bosque de los elfos nocturnos. Arthas jugó con la sed de poder de Illidan, mencionando que la calavera tenía inmenso poder, e Illidan tomó la carnada de buena gana.

Después de luchar en su camino contra demonios, Ilidan alcanzó y consumió el poder de la Calavera. Con su poder, mató al Señor del Terror Tichondrius y ayudó a sellar la derrota de la Legión. Cuando Malfurion y Tyrande encontraron al nuevo elfo-demonio que era Illidan, Malfurion lo desterró por su condición demoníaca, alegando que no era su hermano. Un muy resentido Illidan, se abrió camino a través de los árboles muertos y no fue hasta que se escuchó de la llegada de los naga.

La Batalla del Monte Hyjal[]

Después del destierro de Illidan, Medivh llamó a Malfurion y Tyrande a un lugar secreto, donde los reunió con Thrall y Jaina. Medivh reveló que fue uno de los que ayudaron a la Legión Ardiente al crear el Portal Oscuro y permitió a la Horda invadir Azeroth. y después de ser asesinado por sus crímenes, regresó a corregir sus errores y proteger a Azeroth del retorno de la Legión. Medivh pidió a las razas mortales unirse para derrotar a la Legión, éste era el único camino para vencer a los demonios.

Preparados para resisitir el ataque de los demonios, tres campamentos fueron construidos alrededor del Monte Hyjal. Malfurion elaboró un plan para usar el poder del Árbol del Mundo para destruir a Archimonde. Como volvió a la cima a realizar los preparativos necesarios para Archimonde, Jaina y Thral, utilizaron cualquier elf de la noche que Tyrande pudiera reponer para fortalecer sus bases. Archimonde rasgó su camino a través de las filas de los caballeros humanos, centinelas elfos y guerreros orcos y arrasó con el castillo humano y la fortaleza orca. Jaina fue capaz de teletransportar a muchas de las tropas sobrevivientes. Antes de que Thrall escapara de la muerte, logró herir a Archimonde con sus rayos chamanísticos, una increíble hazaña. Con las dos bases destruidas, Archimonde irrumpió a través de las fuerzas elfas que protegían la cima.

Con Archimonde en el Árbol del Mundo, Malfurión usó el Cuerno para llamar a los ancestros espíritus del área a atacar al demonio. En un instante, ellos detonaron en una explosión masiva que destruyó al Profanador, muchos de sus ejércitos demoníacos con él, y el Árbol del Mundo. El precio por esta derrota, fue la inmortalidad de los elfos nocturnos.

Consecuencias[]

La Tercera Guerra dejó a Lordaeron destruida, a los elfos nocturnos mortales y a la cercana extinción de los altos elfos. Ningún grupo de humanos pudo recuperar el control de Lordaeron, aunque el Alba Argenta y la Cruzada Escarlata han estado luchando contra el Azote. El Príncipe Kael'thas Sunstrider de los altos elfos regresó a su ciudad en ruinas y renombró a su gente: elfos de sangre en memoria de sus compañeros caídos. Los elfos de sangre pudieron eventualmente recuperar gran parte de Quel'Thalas, y con el tiempo lograron reactivar el poder del Pozo de la Eternidad. Después de la guerra, Sylvanas pudo liberarse del control del Rey Lich y formó a los Renegados. Los renegados tomaron el control de la ciudad de Lordaeron, haciendo su hogar en las alcantarillas, llamando a su hogar: Entrañas.

El panorama político del actual Azeroth fue grandemente influenciado por la Tercera Guerra. Bajo las órdenes del Jefe de Guerra Thrall, los orcos, los tauren y los trolls Darkspear fueron juntos a Kalimdor a formar la nueva Horda, a quienes los Renegados y los Elfos Sanguinarios se agregarían después. Un acuerdo de paz entre la Horda y la Alianza fue hecho después de la guerra.

Sin Lordaeron, la ciudad reconstruida de los humanos de Ventormenta se convirtió en la base de la Alianza, con los enanos de Forjaz convirtiéndose en sus aliados geográficos. Los gnomos de Gnomeregan no fueron capaces de ayudar en la Tercera Guerra por ocuparse de sus problemas de casa, una invasión trogg en su ciudad. Los gnomos decidieron luchar ellos mismos contra los troggs en su propia guerra. En el fin, fueron forazados a huir de Gnomeregan y su rey Gelbin Mekkatorque los estableció en Forjaz con los enanos. Al perder la inmortalidad, y al haber sido expuestos al mundo fuera de sus bosques una vez más, los elfos nocturnos decideron hacer alianzas con el mundo más amplio. Debido a la animosidad con los orcos por al muerte de Cenarius, los elfos de la noche se sumaron a la Alianza.

Véase también[]

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